Creador de los Muppets

 




'Hijos de tela'
James Maury Henson tuvo cientos de hijos, Lisa, Cheryl, Brian, John, Heather, René, Figaeredo, Gonzo, Elmo, Abelardo, Piggy, Beto, Archivaldo, etc. etc. Los primeros cinco son de carne y hueso, a partir de allí son todos de tela. James Maury Henson no es otro que Jim Henson, el creador de Los Muppets.
Hay personas que avanzan en la vida por inercia, son lo que deben ser, otras como Henson dan un volantazo y toman las riendas. La mayoría de los hijos de agricultores de Greenville, Mississippi, terminaron siendo agricultores de Greenville, Mississippi. Henson no. Como no estaba seguro si trabajar o estudiar lo llevaría a desarrollar su pasión por el arte, decidió empezar con las dos. Ingresó en la Universidad de Maryland y comenzó a trabajar en una cadena de TV. Su primera tarea no le pareció gran cosa, titiritero. Pero se propuso ser el mejor y llevarlo a otro nivel nunca antes visto.
Su talento comenzó a ser reconocido por otras cadenas, y tras un breve paso por la NBC consiguió su propio programa. Durante esos años conoció a su futura esposa y tuvo su primer y más querido hijo de tela, la Rana René (Kermit). Con hormigas en el tujes diría mi abuela, creo su propia empresa de títeres para abastecer a programas infantiles y agencias de publicidad. El nombre fue premonitorio 'Muppets Inc', una unión de 'Marionett' y 'Puppet'.
Sus personajes mitad marionetas y mitad títeres comenzaron a aparecer en programas centrales de la TV. Para ello desarrolló métodos mecánicos para manejarlas agachado y poder interactuar con personajes reales. En 1968 se crea Children's Television Workshop, una cadena de TV sin fines de lucro que tenía como objetivo emitir programas educativos y de estimulación temprana. Henson era número puesto, lo contactaron para que les acercara una idea. Jim les propuso 'Sesame Street'. Este gol de media cancha no conformó a Henson, ahora quería hacer un programa exclusivo de marionetas, pero para adultos. Concibió un programa con humor absurdo y surrealista. Filmó dos pilotos, pero pareció no despertar mucho interés. Estuvimos a un paso de perdernos ‘The Muppet’s Show’. Como en EEUU su nombre estaba ligado al entretenimiento infantil no había posibilidades. La oportunidad llegó desde el Reino Unido.
En 1969 se promulga una severa ley de medios británica que quitaba el horario central a las cadenas nacionales y se las entregaba a pequeñas productoras locales. CBS vio como se le escapaba el control del contenido y realizó una maniobra un tanto turbia. Ofreció financiar totalmente un programa para todo público y compartir las tandas publicitarias con las productoras locales que no ponían un centavo. Negocio redondo.
Para no quedar expuesto, ATV, una productora subsidiaria de CBS fue la encargada de buscar el contenido. A ellos sí les habían encantado los pilotos de Henson y le ofrecen un contrato por una temporada, que por el éxito se prolongó a cinco. Henson concibió 'The Muppet's Show' con la estructura de Vodevil. Sin embargo, jamás consideró que sus muñecos interactuaran con humanos, pero una excepción se transformó en un clásico del ciclo.
Nunca se planeó que las marionetas interactuaran con humanos, pero su mejor amigo y socio Frank Oz le recalca que la atmósfera de Music Hall requería invitar estrellas consagradas del espectáculo. Henson no estaba muy convencido y aceptó a regañadientes. Era una buena idea, pero una pesadilla para la producción, hubo que adaptar el set para que el invitado caminara a otra altura que los muñecos, ya que estos necesitaban un titiritero parado debajo. Sin embargo el problema principal era conseguir estrellas que estuvieran dispuestas a interactuar con una marioneta. Todas pedían abultados pagos por adelantado y la opción de vetar el capítulo si no les gustaba el resultado. A excepción de Vincent Price, Charles Aznavour y Peter Ustinov, los invitados eran de segundo orden. Pero el capítulo 13 de la segunda temporada lo cambió todo.
Rudolph Nureyev aceptó la invitación con la condición de bailar con Miss Piggy. Esto implicaba contratar a una bailarina profesional y disfrazarla. Se requirieron largas jornadas de rodaje para terminar esa toma. Henson prometió no volver a hacerlo, pero pronto se tuvo que retractar. El capítulo fue una sensación y el show se convirtió en un suceso global. Una gran paradoja fe que las cadenas de TV estadounidense ahora ofrecían pagar fortunas por las latas de un programa que habían rechazado.
Rudolph Nureyev habló maravillas de su experiencia y la oficina de Henson se llenó de cartas de estrellas del espectáculo que se ofrecían a concurrir… y gratis. Elton John, Roger Moore, Liza Minnelli, Julie Andrews, Peter Sellers, Bob Hope, Gene Kelly, John Wayne, Alice Cooper, Johnny Cash, Liberace, Dizzy Gillespie, Sylvester Stallone, Paul Simon y el elenco de Star Wars participaron de scketchs o cantaron en el programa. Con este impulso Henson podía hacer lo que quería y quiso reinventarse. A su legado se sumaron las maravillosas 'Labyrinth' y 'The Dark Crystal', dos joyas de la historia del cine.
1990 prometía ser un año de gloria, 'The Walt Disney Company' le ofrece fusionarse con 'Muppets Inc' y financiar todos sus proyectos con independencia creativa. Pero la muerte le tendió una trampa. Una dificultad respiratoria a la que no atendió hizo que en un fin de semana se transformara en neumonia y adiós Henson. Pese a que no tenía planeado morirse tan rápido había dejado claro lo que quería para su funeral, una fiesta. Lo organizó Frank Oz, su socio y amigo. 5 mil invitados vestidos con la ropa más colorida que encontraran se concentraron en la Catedral de San Juan el divino en Manhattan para ver a todos sus hijos de tela manejados por decenas de titiriteros y cantar hasta llorar de alegría. Así fue.


Por Jorge Castillo Tactuk







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