VERON PUNTA CANA, LA ALTAGRACIA, RD.- En 1959 Volvo hizo algo que pocas empresas en la historia se atreven a hacer: inventó una tecnología revolucionaria y decidió no lucrar con ella.
Ese año, el ingeniero Nils Bohlin, trabajando para Volvo, creó el cinturón de seguridad de tres puntos, una mejora enorme en la seguridad de los vehículos. Esta innovación se convertiría con el tiempo en el estándar mundial para proteger a conductores y pasajeros.
Pero lo más impresionante no fue la invención, sino lo que vino después:
Volvo liberó la patente para que todas las marcas de autos pudieran usarla sin pagar regalías.
Porque sabían que este invento podía salvar millones de vidas, y que eso era más importante que cualquier ganancia económica.
Gracias a esa decisión, se estima que más de un millón de vidas se han salvado desde entonces.
Por Jorge Castillo Tactuk
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