Que no te sorprenda: el hombre más rico de Cuba antes de 1959 no era siquiera cubano. Su nombre: Julio Lobo Olavarría, natural de Venezuela.
Este señor, que provenía de una familia judía, contaba con un patrimonio calculado en unos US$4.000 millones actuales. Ello lo convirtió en el magnate más adinerado de la Isla.
Lobo, además, contaba con 14 centrales azucareros. Así que además del título del “hombre más rico de Cuba” era conocido como el Rey del Azúcar. Y es que el empresario era el principal vendedor de azúcar del mundo, con un control de casi la mitad de las ventas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Además, el hombre más rico de Cuba poseía el 60% del refino del mercado norteamericano.
Según se puede leer en la BBC, “para 1958, Lobo controlaba casi 405.000 hectáreas de los terrenos de Cuba, una isla estrecha en la que la superficie de cultivo no supera actualmente las 700.000.
“De sus centrales salían casi 4 de los 6 millones de toneladas de azúcar que la isla producía al año”. Recordemos que para la época, Cuba y el azúcar podían compararse casi con lo que hoy es Arabia Saudita y el petróleo.
Pero obviamente, como buen empresario, el hombre más rico de Cuba no se detuvo solo en el negocio azucarero. El imperio de Lobo creció más allá de las fronteras azucareras. El hombre invirtió dentro y fuera de la Isla en áreas como la banca, la industria naviera y la aeronáutica.
¿Qué pasó con la fortuna de este hombre luego de 1959?
Tras el triunfo de la revolución cubana, Lobo puso rumbo a Estados Unidos. Según su biógrafo John Paul Rathbone, ya en Nueva York se hizo de una nueva fortuna, la cual volvió a perder casi completamente.
“Especular en los mercados financieros era algo que sabía hacer muy bien y, cuando se marcha de Cuba, fue un rey en Wall Street también por un tiempo. Pero luego se arruinó nuevamente y es entonces cuando decide marcharse a España”, indica Rathbone a la BBC.
Lo cierto es que en Cuba este hombre dejó un inmenso patrimonio. Este incluía una pinacoteca con cuadros de Rafael, Miguel Ángel, Da Vinci, Regnault, Goya…También documentos que pertenecieron a Napoleón y que hoy se conservan en los fondos del Museo Napoléonico de La Habana.
Por Jorge Castillo Tactuk
arturotactuk17@gmail.com
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